jueves, 31 de diciembre de 2015

# MONSIEUR WITNESS LVI #


Blue Tango


Blue Tango apuraba las últimas horas del año. Se había propuesto descansar para siempre, abandonarse al cosmos, descerrajar su fortuna y dilapidar lo poco que le quedaba de futuro. Blue Tango decidió salir por la puerta trasera. El resto, lo dejó escrito en un cuaderno gastado que guarda en su mochila.

lunes, 28 de diciembre de 2015

# MONSIEUR WITNESS LV #


Lumbre


Lumbre bajó atropellada las escaleras llevando puesto el vestido de noche azul heredado y llevando consigo todas las joyas que había encontrado en la caja del hueco de la pared —siempre el hueco de la pared—. La cremallera del vestido que lo cerraba desde el coxis a la nuca, estaba rota en mitad de la espalda. Lumbre ya se había enjugado los ojos. Ahora solo quedaba encontrar de entre todas las llaves aquella que le permitiera abrir, por fin, la puerta de la calle y ser libre. Ya tendría tiempo de preocuparse de la guerra que había dejado arriba. Se había pasado diez años coleccionando coartadas.

viernes, 25 de diciembre de 2015

# MONSIEUR WITNESS LIV #


Todos los fuegos


La casa estaba vacía. Solo había escombros, polvo, silencio. Y libros. Cientos de libros que no sabíamos si clasificar como escombros, polvo o silencio. La última noche, antes de escaparnos, supe que, si bien al principio la muchacha del Dauphine había insistido en llevar la cuenta del tiempo, al ingeniero del Peugeot 404 le daba ya lo mismo. Esa, no otra, fue nuestra perdición.


miércoles, 23 de diciembre de 2015

# MONSIEUR WITNESS LIII #


Ahab


Mi Moby Dick se había llevado parte de mí cuando se llevó aquella pierna. En su momento me negué a hablar de ello y de mi boca no volvió a salir nada que tuviera la forma y el rencor de una ballena blanca. Hasta que una noche, en un apacible lago, se desató una tempestad que terminó con las pocas palabras que todavía tenía guardadas.

lunes, 21 de diciembre de 2015

# MONSIEUR WITNESS LII #



Playa Náufrago


Serenament quan ve l’onada, acaba,
i potser, en el deixar-se vèncer, comença.
La platja enamorada
no sap l’espera llarga
i obre els braços no fos cas, l’onada avui volgués queda’s.
Lluis Llach
Tiempo atrás escribía historias sobre la arena de la playa. Eran historias que duraban apenas lo que tardaba en llegar la siguiente ola y apenas se sostenían en un par de frasespuñalada por las que, durante un instante, temblaba el mundo hasta que la ola lo cubría todo de olvido.

viernes, 18 de diciembre de 2015

# MONSIEUR WITNESS LI #


El Muro (iii)


Bebió, danzó, durmió. Despertó al amanecer. Se desperezó y decidió que aquel sería su día D. Cuando despertó, se asomó al otro lado del muro. El dinosaurio todavía estaba allí. Dale, dijo, temblando hasta que le dio por decidirse.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

# MONSIEUR WITNESS L #


El Muro (ii)


La loca llegó arrastrando los pies, envueltos en una constelación de costras y heridas secas como de cetáceo varado, y piernas hinchadas como de animal mitológico. La loca entró empujando la puerta, dio una especie de bufido que provocó que temblaran sus extraños bigotes de nutria. Entonces levantó la mano, se subió a una silla y anunció a todos la buena nueva antes de caer.

lunes, 14 de diciembre de 2015

# MONSIEUR WITNESS XLIX #


El Muro (i)


Sobre la mesa se apila ropa, trapos, fantasmas, un desequilibrio pesado, un batirse en duelo de cristales. El desastre y la suciedad apenas dejan un resquicio en la ventana desde donde puede verse el muro y el otro lado.

viernes, 11 de diciembre de 2015

# MONSIEUR WITNESS XLVIII #


Small Brother


Hermano Pequeño colocó una escalera y subió al tejado para intentar comprender dónde tenía su origen la gotera que había obligado a ingresar a Mamá en el Hospital Presbiteriano con esa extraña y violácea erosión de la parte superior de su cráneo y esas ojeras con moho y esa persistente fiebre mientras Papá bebía una cerveza sentado en las escaleras de la entrada sollozando y gimoteando y maldiciendo al Cielo.

jueves, 10 de diciembre de 2015

# MONSIEUR WITNESS XLVII #


Café Cocodrilo


«El café quedó tendido al sol. La taza espera otra boca».
Paco Cifuentes
—¿Cuándo te enteraste?
—Lo supe anoche.
—¿Quién te lo dijo?
—El pequeño cocodrilo que vive en la piscina de tu jardín.
—Entonces… Ya lo sabes todo.
—Sí.
—Pidamos otro café.
—No. Será mejor que nos vayamos.

viernes, 4 de diciembre de 2015

# MONSIEUR WITNESS XLVI #


Sueño de Perro


Sueño de Perro es una serpiente que se ha tragado un elefante, es un pequeño príncipe que dibuja baobabs, que juguetea con un zorro pequeño y blanco, que desgrana y apuntala palabras que quedan moribundas sobre el asfalto. Sueño de Perro pone el resto del mundo en una balanza y las palabras agonizantes son un suave dique que se resquebraja como el hojaldre a la intemperie.

jueves, 3 de diciembre de 2015

# MONSIEUR WITNESS XLV #


Pulgarcito anoche


Anoche seguí tu rastro de migas, bajo el cielo estrellado de Dublín, como Ulises. Anoche me empujaste y me latiste. Comía migas de tu mano como un perro romántico, como si fuéramos muñecas abandonadas. Anoche te me prohibí para siempre, como si fueras mi peor dirección contraria, pero en la prohibición había un resquicio de sueño desde el que te llamaba a deshoras y me iba de fiesta con los gatitos, como cuando bailabas para mí.

miércoles, 2 de diciembre de 2015

# MONSIEUR WITNESS XLIV #


El Café de la Hormiga


En el sur el mundo giraba del revés, lento, silencioso, como una catedral sumergiéndose en un mar denso y azul. En el hormiguero el mundo daba vueltas como un café eléctrico, como una batidora sonora, como un poema roto en pedacitos y soltado en mitad de un tornado violento e inesperado. En los labios de la Hormiga se concentraba una equidistancia de sur, de arena, de futuro. Miraba el mundo. Removía el café.

martes, 1 de diciembre de 2015

# MONSIEUR WITNESS XLIII #


Siluetamapa


El azar dibujó en la ventana un agujero negro. A mis cinco años imaginaba que al otro lado habría gatos. Después me dije que era la silueta de un detective de dibujos animados al que solo le faltaba la pipa —una pipa que suponía que tarde o temprano el azar terminaría dibujando en la comisura de sus labios—. Ahora, pasado el tiempo, el desengaño solo me permite ver un triste mapa —todavía tengo que averiguar de qué lugar—.